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miércoles, 9 de noviembre de 2011

Catorce vidas son dos gatos.


Un chico guapísimo, unos ojos impresionantes...que sin ser necesario que sean azules o verdes te transmiten todo, hacen que te den escalofrios por todo el cuerpo, te ponen nerviosa y comienzas a tartamudear.
La sonrisa más blanca que pudiste imaginar, una ropa siempre adecuada, camisetas justitas, de cuello de pico. Vaqueros desgastados con algun que otro roto y algo caídos. Unos andares hipnotizantes, al igual que sus brazos. Podrías quedarte mirandole durante horas, nunca te cansarías.
En ese momento, preguntarle a tu amiga :
+ ¿Quién es ese?
- Qué más da... es un guarro y un putón.
Gustavo A. Béquer diría:
+ ¡Amar! Habia nacido para soñar el amor, no para sentirlo. Amaba a todas las mujeres durante un instante: " A esta por ser rubia, a esa por tener los labios rosados, y a aquella por saber moverse."
Yo, querido Gustavo A. Béquer, le digo que a una mujer es imposible amarla durante un instante, puesto que se necesitarían catorce vidas, es decir, dos gatos.

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